«Tenemos que tratar de hacer un trabajo más fuerte para terminar la violencia contra la mujer, la discriminación, el racismo, el drama de las corrientes migratorias producto de la intolerancia, epidemias colaterales devastadoras

“Las terribles epidemias que afectan a todo el mundo requieren un enfoque nuevo, con mirada y coordinación internacional”, expresó el Subsecretario General de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo adjunto de ONUSIDA, Dr. Luiz Loures, durante el Foro Económico Oriental en la ciudad rusa de Vladivostok.

“Necesitamos una nueva forma de pensar, no podemos hacer frente a estas terribles enfermedades usando la actitud de  antes”. Remarcó, haciendo un llamado a la nueva realidad de la pandemia.

Loures, en el último mes de noviembre,  tuvo dos intervenciones que podemos caracterizar  de pensamiento estratégico, la de Vladivostok y la más reciente en Costa Rica frente a mujeres positivas al VIH nucleadas en ICW Latina, organización  regional  integrante de ICW Global que fundé hace 25 años junto a otras 29 mujeres de distintos países del mundo y que hoy reúne a 22 mil mujeres en 120 países.

“La gente que es discriminada se esconde de la sociedad y no participa en programas de prevención», dijo.

También destacó a la violencia como uno de los problemas que enfrentan las mujeres jóvenes en nuestra Región. Apoyado en un informe de ONU Mujeres, subrayó que Latinoamérica presenta los mayores índices mundiales de violencia contra la mujer.

«Nuestras estadísticas demuestran claramente que donde hay violencia hay VIH”. “Chicas que sufren violencia pueden tener un riesgo de  contagio del VIH del 30 al 50% mayor que las que no la sufren ”, advirtió.

«Epidemias de intolerancia y violencia son tal vez más importantes que el VIH»

En 2017 se estimaron 27.000 nuevas infecciones por VIH en las mujeres, un 28% del total de los nuevos casos de VIH en la región, según ONUSIDA.

La proliferación de los contagios contrasta con la capacidad regional de brindar tratamiento a los portadores del virus. Es llamativo  y doloroso que nuestra  Región, que fue la primera donde surgió un movimiento de la Sociedad Civil que exigió el tratamiento y condujo a una acción de los gobiernos por garantizar la cobertura, hoy esté con graves problemas para bajar la tasa de infecciones por VIH. En la Sociedad Civil debemos tomar cuenta de este dato y repensar estrategias.

Con esta realidad, los países latinoamericanos tendrán dificultades en alcanzar la meta de la ONU de erradicar el VIH para el año 2030.

Si uno mira los números de gente en tratamiento, estamos cumpliendo, pero en el número de nuevas infecciones no, necesitamos hacer mucho más», admitió Loures.

«Tenemos que tratar de hacer un trabajo más fuerte para terminar  la violencia contra la mujer, la discriminación, el racismo, el drama de las corrientes migratorias producto de la intolerancia,  epidemias colaterales  devastadoras  que potencian la permanencia del VIH”.

Una inmensa definición que marca la etapa que concluye en la Historia de la Pandemia del SIDA y abre desafíos, para los Gobiernos y para la Sociedad Civil.

¿Estarán los Gobiernos y las estructuras Supranacionales como el G20 (que en 2018 se reunirá en  Argentina), con sus agendas abiertas para recibir temas de Salud de esta trascendencia, e intentar un cambio de paradigma y enfrentar con éxito la nueva realidad del SIDA?

¿Estaremos los Dirigentes de la Sociedad Civil preparados para sumarle a los objetivos históricos de reivindicación, otros nuevos que nos lleven a emprender con éxito un camino de crecimiento hacia objetivos políticos más complejos, pero imprescindibles, como los que representan las “Epidemias colaterales” alertadas por el Dr. Loures?

No comprender el momento actual y la necesidad de  modificar estrategias frente al SIDA, lo hace más resistente en términos políticos y sociales.

Estamos frente a un nuevo punto crítico en la historia del SIDA: así como hace más de treinta años nos pusimos de pié por la supervivencia nuestra y en muchos sentidos, por la supervivencia de la Especie Humana, hoy se hace imprescindible enfrentar las epidemias ocultas de intolerancia social, que son amigas del VIH, ocultándolo y haciendo que triunfe.

Un nuevo acto de amor se espera de nosotros. Hagámoslo como lo hicimos ayer, cuando nos tomamos de la mano con activistas y con grandes personalidades que dieron brillo a las acciones de entonces.

Los presidentes Mandela, Clinton, Cardozo e innumerables miembros de las artes y el deporte, abrieron sus corazones y pusieron en jaque a la epidemia.

Creímos que estaba derrotada. No fue así. Supo esconderse en nuestras miserias.

Por:Patricia Perez, Directora ILAPyC Instituto Latinoamericano para la Paz y la Ciudadanía
Publicada:http://abcmundial.com/noticias/mundo/sociedad/13299-epidemias-colaterales-que-ayudan-al-sida/