Día Internacional de la Mujer

Este 8 de Marzo la Comunidad Internacional de Mujeres con VIH – ICW Latina, nos unimos al grito global frente a las reacciones de grupos antiderechos y patriarcales ante el avance de las mujeres en el logro de nuestros derechos.

ICW Latina desde 1992 con fuerza colectiva, hemos ido abriendo espacios y consiguiendo algunos cambios, pero no todos ni para todas. Nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, por procesos de exclusión derivados de nuestro diagnóstico.

La discriminación por razones de género y la violencia contra las mujeres agravan la vulnerabilidad ante el VIH que tenemos las mujeres por nuestra condición biológica a lo largo de toda nuestra vida, profundizándose en la niñez y la adolescencia.

Aunque el VIH y las violencias contra las mujeres se han integrado en las agendas y acuerdos internacionales y regionales sobre desarrollo, igualdad de género y derechos humanos, la mayoría de los países de la región cuenta con limitadas medidas para abordarlos desde una perspectiva multisectorial. Algunas de las respuestas no satisfacen la complejidad que adquieren los vínculos existentes entre violencia y VIH en los contextos y poblaciones específicas de mujeres en la región, incluyendo a las jóvenes, indígenas, afrodescendientes y garífunas.

ICW Latina en un reciente estudio sobre violencia, muestra la realidad que viven las mujeres con VIH más allá del diagnostico:

  • El 76% de las mujeres con VIH en América latina han reportado situación de control por parte de sus parejas
  • 37% reporta que ha experimentado violencia emocional y psicológica.
  • En el último año el 28% sufrió violencia social, mientras que el 55% a lo largo de toda su vida.
  • El 55% ha sufrido violencia física alguna vez en su vida.
  • Durante el embarazo el 33% sufrió violencia por parte de su pareja y el 29% por otras personas.

Por lo tanto, demandamos la implementación de acciones que respondan a nuestras particularidades como mujeres con VIH:

  • Desarrollar un marco legal que reconozca plenamente los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo menciones específicas a ellos en documentos clave como la Constitución y reforzar las políticas públicas intersectoriales en los ámbitos nacional y local que sustenten un abordaje integrado del VIH y la violencia contra la mujer.
  • Asegurar que los marcos legales y/o de políticas sobre igualdad de género y violencia contra las mujeres incluyan acciones de prevención y atención al VIH, y contemplen de forma explícita a las mujeres con VIH, incluyendo a las adolescentes y jóvenes.
  • Garantizar el pleno ejercicio de nuestros derechos sexuales y reproductivos, “Derecho sobre nuestro cuerpo, a decidir tener o no hijos”.
  • Que los estados garanticen de forma irrenunciable la prioridad de los servicios públicos y de protección social para las mujeres, en especial para las mujeres con VIH;
  • Que se apliquen de forma efectiva las leyes contra todo tipo de violencia;
  • Integrar los programas y servicios de VIH y violencia, revisando las normas, protocolos y modelos de atención donde incorporen intervenciones integradas de prevención, atención, protección y resarcimiento de derechos de las mujeres con VIH.
  • Poner en marcha mecanismos nacionales que permitan denunciar violaciones a derechos humanos y en particular DSDR, que además permitan acceder a la justicia y reparación de los daños, y que existan mecanismos para dar seguimiento a estas denuncias.
  • Que las oficinas y programas de las Naciones Unidas en la región acompañen las acciones de sociedad civil y gobiernos dando prioridad a la respuesta al VIH con perspectiva de género.
  • Que las oficinas y dependencias nacionales y regionales de producción estadística, que en cumplimiento con la Agenda 2030 presenten información desagregada por sexo, estatus serológico, grupos de edad y vías de transmisión, y todas aquellas desagregaciones que se vinculen con la violencia que sean necesarias para la respuesta y la planificación de programas y políticas públicas y de atención.

Desde ICW latina, reafirmamos que:

  • Los derechos humanos son inherentes a todas las personas, sin distinción alguna de su nacionalidad, lugar de residencia, sexo, etnia, color, religión, lengua, orientación sexual, identidad de género, condición de salud o cualquier otra circunstancia.
  • Los derechos humanos son universales, irrenunciables, inalienables, interdependientes e indivisibles.
  • Los principios de los derechos humanos siempre deben interpretarse de la forma más amplia y protectora posible.
  • Los hallazgos en la investigación de la CIM/OEA sobre la falta de protección y promoción de los derechos humanos de todas las mujeres incluyendo sus derechos a la salud sexual y reproductiva, según se establece en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen; reconociendo que el acceso insuficiente al más alto nivel posible de salud física y mental, agrava los efectos de la epidemia, especialmente entre las mujeres y las niñas, lo que aumenta su vulnerabilidad y pone en peligro la supervivencia de las generaciones presentes y futuras.

“Si nosotras paramos, se para el mundo”, unamos nuestras voces para transformar. “Nada para nosotras sin nosotras”